Con motivo del Juicio por el asesinato del Maestro Carlos Fuente Alba
Como cristianos y junto con nuestro P.Obispo, al iniciarse el juicio para esclarecer el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, deseamos expresar lo que sentimos :
Aquel 4 de abril de 2007 la violencia golpeó duramente a la sociedad neuquina. No porque haya calidades de muertes, sino porque esta vez la espiral de violencia se profundizó demasiado en la vida de la provincia. Un justo reclamo laboral se convirtió en excusa para la represión más aberrante.
El estado, a través de las más altas autoridades del gobierno provincial, lejos de cumplir su obligación en forjador de seguridad y garante de los derechos de los ciudadanos, se refugiaba en su capacidad de poder y reprimió hasta la muerte; asumiendo además la responsabilidad de los hechos como si los mismos lo honraran. Un ser humano asesinado es demasiado precio para que cualquier gobernante caiga en la soberbia absurda de asegurar que volvería a repetir esas sangrientas acciones.
Hoy estamos a las puertas de un proceso penal donde
La historia nos enseña que la impunidad es semilla de nuevas violencias, porque trata de hacer olvidar la injusticia y así abre el camino a nuevos hechos delictivos.
Por eso, sin intentar de ninguna manera señalar lo que el Poder Judicial debe hacer, sí queremos expresar nuestra confianza que esta vez
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