Mediante un Petitorio entregado al Gobierno de Jujuy
En el marco del X Encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas que delibero Libertador Gral. San Martín, durante el sábado y el domingo los asambleistas se expresaron por la regulación estatal de los monocultivos como la soja y la caña de azucar: que producen desmontes, utilizan agrotóxicos nocivos para la salud, derrochan el agua y expulsan a los campesinos de sus tierras.
Dando inicio al encuentro de asambleas ciudadanas, organizaciones campesinas, indígenas, asambleas de vecinos, movimientos sociales, y ciudadanos de distintos rincones del país marcharon en el viernes por las calles de San Salvador de Jujuy hasta la Casa de Gobierno, bajo la consigna de “Contra el saqueo de los bienes naturales y la contaminación, por la soberanía alimentaria y la vida”.
En la Casa de Gobierno se entregó un petitorio dirigido al gobernador de la provincia de Jujuy, Walter Basilio Barrionuevo, en el que se describen algunos de los conflictos socioambientales relevados en la provincia que dejan de manifiesto las consecuencias del “modelo de saqueo que agota nuestros bienes comunes naturales, destruye los suelos, y contamina el agua, dejando a nuestras comunidades sin posibilidad de trabajar nuestras tierras y condena a nuestros hijos a enfermedades crónicas y sin posibilidades productivas para el futuro”.
En el documento se le solicita al gobernador que promueva una ley que prohíba la minería metalífera a cielo abierto con uso de sustancias toxicas como cianuro, acido sulfúrico y otros tóxicos. Otra de las exigencias radica en que se cancelen todos los permisos de cateos otorgados a empresas mineras a espaldas de las comunidades de Quebrada, Puna y el Ramal, así como también la urgente derogación del Código Minero Nacional.
Finalmente el petitorio incluye denuncias referentes a los desmontes registrados en la provincia, las consecuencias del monocultivo de la caña de azúcar y la contaminación industrial urbana, además de la gestión de causas penales por contaminación y la condena correspondiente a sus responsables.
Dando inicio al encuentro de asambleas ciudadanas, organizaciones campesinas, indígenas, asambleas de vecinos, movimientos sociales, y ciudadanos de distintos rincones del país marcharon en el viernes por las calles de San Salvador de Jujuy hasta la Casa de Gobierno, bajo la consigna de “Contra el saqueo de los bienes naturales y la contaminación, por la soberanía alimentaria y la vida”.
En la Casa de Gobierno se entregó un petitorio dirigido al gobernador de la provincia de Jujuy, Walter Basilio Barrionuevo, en el que se describen algunos de los conflictos socioambientales relevados en la provincia que dejan de manifiesto las consecuencias del “modelo de saqueo que agota nuestros bienes comunes naturales, destruye los suelos, y contamina el agua, dejando a nuestras comunidades sin posibilidad de trabajar nuestras tierras y condena a nuestros hijos a enfermedades crónicas y sin posibilidades productivas para el futuro”.
En el documento se le solicita al gobernador que promueva una ley que prohíba la minería metalífera a cielo abierto con uso de sustancias toxicas como cianuro, acido sulfúrico y otros tóxicos. Otra de las exigencias radica en que se cancelen todos los permisos de cateos otorgados a empresas mineras a espaldas de las comunidades de Quebrada, Puna y el Ramal, así como también la urgente derogación del Código Minero Nacional.
Finalmente el petitorio incluye denuncias referentes a los desmontes registrados en la provincia, las consecuencias del monocultivo de la caña de azúcar y la contaminación industrial urbana, además de la gestión de causas penales por contaminación y la condena correspondiente a sus responsables.
Durante el recorrido de la marcha se expresó fuertemente el rechazo al modelo productivo que en el caso de la megaminería, “dinamita los cerros, utiliza químicos contaminantes y enormes cantidades de agua para separar los minerales de las rocas, generando grandes desechos tóxicos y contaminación. El mismo modelo productivo que se sostiene en el monocultivo de la caña de azúcar o de la soja transgénica, que expulsa a las comunidades originarias de sus ancestrales territorios para desmontar e instalar los agronegocios”.
“La modalidad productiva de la caña de azúcar se emparienta con la de la soja; cultivos orientados únicamente a la rentabilidad económica, en base a la explotación de grandes extensiones de tierra y a la aplicación de productos agrotóxicos que provocan una contaminación letal en el ambiente. En los últimos diez años, la soja transgénica ha devastado miles de hectáreas de bosques en la región del bosque seco chaqueño y las zonas selváticas planas de yungas. De esta manera, se produce una grave alteración en el medio natural en el que los bosques son suplantados por mares uniformes de soja y caña, dañando el equilibrio ecológico y destruyendo defensas ante extremos climáticos”, expresaron las asambleas.
“Las organizaciones de todo el país queremos un modelo productivo que asegure un futuro libre para nuestros hijos e hijas. Un desarrollo que cuide la salud de toda la población del campo y la ciudad, que garantice una vida digna para los trabajadores y campesinos, respetando las culturas originarias y las organizaciones sociales. Queremos un modelo que priorice las formas de producción sustentables de cada uno de los territorios y valorice el conocimiento de sus pobladores ancestrales, el cuidado de nuestros montes, suelos y ríos, un modelo en el que participemos todas las personas con equidad y soberanía alimentaria”, sostuvieron.
“La modalidad productiva de la caña de azúcar se emparienta con la de la soja; cultivos orientados únicamente a la rentabilidad económica, en base a la explotación de grandes extensiones de tierra y a la aplicación de productos agrotóxicos que provocan una contaminación letal en el ambiente. En los últimos diez años, la soja transgénica ha devastado miles de hectáreas de bosques en la región del bosque seco chaqueño y las zonas selváticas planas de yungas. De esta manera, se produce una grave alteración en el medio natural en el que los bosques son suplantados por mares uniformes de soja y caña, dañando el equilibrio ecológico y destruyendo defensas ante extremos climáticos”, expresaron las asambleas.
“Las organizaciones de todo el país queremos un modelo productivo que asegure un futuro libre para nuestros hijos e hijas. Un desarrollo que cuide la salud de toda la población del campo y la ciudad, que garantice una vida digna para los trabajadores y campesinos, respetando las culturas originarias y las organizaciones sociales. Queremos un modelo que priorice las formas de producción sustentables de cada uno de los territorios y valorice el conocimiento de sus pobladores ancestrales, el cuidado de nuestros montes, suelos y ríos, un modelo en el que participemos todas las personas con equidad y soberanía alimentaria”, sostuvieron.
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